12 de mayo de 2008

PEÑISCOLA. (Castellón)


PEÑISCOLA, CIUDAD EN EL MAR
Peñíscola, está formada por casco urbano amurallado adentrado en el mar, lo que lo convierte en casi una isla de increíble belleza.En la parte más alta del peñón se sitúa el castillo a modo de torre vigía y fortaleza inexpugnable, rodeada de un conjunto de murallas construidas en distintas épocas, que protegen la ciudad antigua. Las fortificaciones medievales de la cara sur y la cara este, se construyeron entre los s. XIII y XV. El portal de “Sant Pere” se convirtió, en sus tiempos, y hasta el s.XVIII, en un embarcadero para el Papa Luna, pero posteriormente por motivos militares se prescindió de él. Este impresionante conjunto de sillería en perfecto estado de conservación, mantiene el escudo del Papa Luna, esculpido por Filibert Bertalla en su parte central. Subiendo, desde el Portal de “Sant Pere”, nos encontramos La Muralla de la Fuente, construida entre los s. XIV y XV, que concluye en la Batería de Santa Ana.La fortificación renacentista programada por J.B. Antonelli se construye en el S.XVI. Se trata de un ambicioso proyecto que abarcaba desde el Parque de Artillería, hasta el Portal de Sant Pere, pero que no se pudo culminar y se interrumpió en el Baluarte de Santa María. Los muros de sillería recorridos todos ellos mediante un cordón ornamental, así como las garitas vigías en las esquinas, convierten a Peñíscola en un peñón inexpugnable, único y de una belleza inusual.El Portal Fosc, de estilo renacentista, que fue la entrada principal hasta el s. XVIII, fue construido por Juan de Herrera. Sobre la puerta principal todavía podemos observar un escudo conmemorativo de Felipe II.Visitar Peñíscola significa retroceder en la historia y adentrarse en el medioevo renacentista. El parque de Artillería, restaurado actualmente como parque botánico de especies autóctonas de la Sierra de Irta, es una de las obras de Antonelli donde más se puede apreciar la estrategia militar. Es un conjunto fuerte y seguro, donde actualmente se conjugan las rampas, túneles, polvorines, fosas y murallas con las palmeras, olivos y lavandas. La tercera puerta a la ciudad, es la puerta de Santa María, construida en 1754, por orden de Fernando VI, para mejorar los accesos a la ciudad. En su interior nos encontramos la Plaza de “Les Escaseres”, situada junto a la Ermita de Santa Ana. Esta poco conocida Ermita que data del año 1827, es de gran interés histórico, y supone una visita obligada al dar un paseo por las estrechas calles de la ciudad antigua.Otra de las curiosidades que nos guarda Peñíscola en su recinto amurallado es el bufador, gran orificio entre las rocas por el que el agua del mar surge de forma brusca, en días de temporal.

SACADO DE INTERNET

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