8 de julio de 2010

BEBÉ MAÑO. (Sin ánimo de ofender, yo soy maña también)


Un maño está bebiendo en un bar de Zaragoza cuando recibe una llamada en su móvil. Descuelga, sonríe de oreja a oreja y ordena una ronda de Ambar para todo el mundo en el bar porque ─anuncia─ su mujer ha tenido un típico bebé maño con un peso al nacer de 11 kilos.
Nadie puede creer que un recién nacido pueda pesar 11 kilos, pero el maño se encoge de hombros. "La media en Aragón, tíos. Como dije, el zagal es un típico aragonés".
Las felicitaciones le llueven de todos los que están cerca y se oyen muchas exclamaciones de "GUAU". Una mujer incluso se desmaya debido a dolores empáticos.
Dos semanas más tarde, el maño vuelve al bar.
El camarero dice: "Usted es el padre del típico bebé aragones que pesó 11 kilos al nacer, ¿no? Todo el mundo ha estado haciendo apuestas sobre cuán grande sería en dos semanas. Le íbamos a llamar... así que, ¿cuanto pesa ahora?"
El orgulloso padre responde: "ocho kilos".
El camarero está confuso y preocupado. "¿Qué ha sucedido? El bebé ya pesaba 11 kilos el día que nació".
El padre maño se toma pausadamente un sorbo de su botellín de Ambar , se seca los labios en la manga, se inclina hacia el camarero y orgullosamente le dice...
"Limos operao de fimosis"

1 comentario:

Ligia dijo...

Ay, ay, ay, pobre niño... maño.