
No solo cansa lo que hacemos, ni siquiera lo que dejamos de hacer. Cansa lo que no ocurre en absoluto, o lo que pasa, sin que pase nada. Cansa el paso de cada uno de los días, el llevarlo sola, sin nadie que te aguarde para aligerar esta fatiga.
Cansa el pensar y el dejar de hacerlo, el esperar, sin esperar nada, el estar en el mismo sitio y no llegar a ningún lado.
Mi alma me dice que está cansada, agotada...
Alguien
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