23 de agosto de 2007

**** VACACIONES 2007 en CANTABRIA



























































































































































































































































































































































VACACIONES 2007 en CANTABRIA
El 18 de Julio, con el coche cargado hasta los topes, tienda de campaña, frigorifico, ropas, comidas, hamacas, mesa, y cacharrería de cocina, iniciamos el viaje hacia San Vicente de la Barquera. Nos acompañaban en estas vacaciones mis padres, en su coche, con un monton de cosas mas.
Llegamos al camping "El Rosal" sobre mediodia y montamos la tienda de campaña en la parcela número diez, situada en un buen lugar del enorme camping. El tiempo estaba nublado y el ambiente fresquito, nos dijeron que llevaba así varios días. ¡Como estaría el tiempo que incluso tuvimos que comprar una colcha para dormir calentitos....!
El camping está rodeado de mar, y tiene la playa alli mismo. Una isla de pinos unida por un istmo a la villa. El lugar precioso y privilegiado. Frente a el se extiende el núcleo urbano de San Vicente de la Barquera con su largo puente y su castillo en lo alto.
Como el tiempo no acompañaba y no podíamos ir a tomar el sol a la playa nos dedicamos al turismo, disfrutando así de la visita a Comillas, con su palacio del Marques de Sobrellano, su Seminario que por cierto no pudimos visitar pues lleva 7 años cerrado en reparación, el Capricho de Gaudí, edificio digno de ver por su originalidad, convertido ahora en un distinguido restaurante. Una parada para comer en la plaza y comprar ropa de abrigo en los tenderetes. Santillana de Mar, que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Villa empedrada muy bien conservada, con los balcones de las casas repletos de flores, Cobreces con su iglesia cisterciense, Suances, Torrelavega pueblo industrial y grande, Santander con su visita obligada al palacio de la Magdalena. El parque natural de Cabarceno, con sus animales en semilibertad (necesario todo el día para verlo), con su exhibicion de aves de presa. Noja. Y una visita a Covadonga y sus lagos, los cuales casi no pudimos ver, tan solo el de Enol, por culpa de la niebla y la lluvia, pero nos comimos una fabada asturiana en el restaurante situado en lo mas alto, que estaba riquísima. A la bajada visita rápida por el mal tiempo a Cangas, unas compras de chorizones y sidra natural. Otro día visitamos Fuente Dé, que por cierto han cambiado su funicular, estaba muy viejo, el de ahora está guay. Ese día comimos en Potes, un cocido montañes, rico también. Unas compras de quesos y unos imanes para el frigo de recuerdo.
En San Vicente visitamos el pequeño castillo, no tiene nada de excepcional excepto el lugar privilegiado, desde lo alto se divisan unas panoramicas estupendas, y la iglesia, que también, cosa rara, está en lo alto del pueblo viejo. El puerto no es gran cosa, pequeñito. La villa tiene un puente de entrada muy largo y curioso de ver, desde el se ve una estampa especial cuando baja la marea y se queda sin agua la ría, con sus barcas posadas sobre la arena mojada.
El último día, el 26, lo dedicamos a San Vicente de la Barquera. Ese día nos comimos una soberana langosta y un bogavante, Josan y yo mano a mano. Mis padres, por su dentadura, optaron por cosas de menos consistencia, navajas, calamares plancha, gambas al ajillo, langostinos etc. todo regado con buen vino, y unos postres caseros deliciosos.
Y... nada..... el 28, a recoger y de vuelta para Zaragoza, con un calor horrible por la carretera que nada tenía de parecido con el fresquito de Cantabria, calor que sufrieron mis padres en el coche, pues no tienen aire acondicionado en el ford. Nosotros volvimos cansados pero fresquitos.
Ahora a esperar que lleguen las próximas vacaciones. Tendremos que ir haciendo planes......
Marisa


























20 de agosto de 2007

***** VACACIONES 2007 FRANCIA.


















VACACIONES EN FRANCIA 2007

Este año han sido un poco chungas gracias al "Sr. Tiempo". No es que me queje mucho, porque a pesar del mal tiempo, nublado, lluvia, algo de frío, hemos podido visitar numerosos lugares, todos preciosos, todos con "su aquel".
Comenzamos las vacaciones pasando tres días en Francia, en Beziers, con unos amigos con los que tenemos una muy buena relación. Nos desplazamos el 14 de Julio "que locura..., fiesta grande en Francia" a la ciudad amurallada de Carcassonne. Cuando llegamos llovizneaba un poco, pero pronto cesó, gracias al viento que empezó a soplar, gracias que llevabamos chaquetas, paraguas y demás adminiculos. El coche lo tuvimos que dejar en "el quinto pepino", en la carretera subido a una placeta de una rotonda, y luego camina, camina... Alli pasamos el dia, comimos todos juntos su típico Cassoulet, las ensaldas con foie, otras con boquerones, y sopa de cebolla. Tras la comida, Bernard y Monique, que ya se conocían el percal, marcharon hacia su casa llevandose consigo la perrita. Nosotros nos quedamos y vimos una exposición de formas de castigo de la inquisición, una barbaridad que solo cabe en mentes enfermas y retorcidas. Una visita callejeando, infinidad de tiendas y restaurantes. Una exageración de gente por las calles empedradas dentro de la ciudad amurallada.
Carcassone es una ciudad enorme, toda amurallada, muy limpia y bien conservada, con viviendas y tiendas en su interior, infinidad de hoteles, bares y restaurantes. Tiene una catedral grande. El castillo interior tambien está muy bien conservado, y pudimos disfrutarlo casi por entero. No nos permitieron visitar las murallas porque estaban preparados los fuegos artificiales, que como fin del día 14 de Julio, se iban a detonar por la noche como fin de fiesta. Todos los años hacen lo mismo y acude muchísima gente. A las 6 de la tarde las personas ya están preparadas, afuera, en el pueblo "nuevo" que está fuera de las murallas. Ocupan un parque y dos puentes, el nuevo y el viejo, cogen sitio y esperan. Los que mas saben, supongo que la gente del lugar, se llevan sus asientos, comida y bebida, montando así una pequeña fiesta fuera de las murallas. Los que no sabemos, o sea los turistas, no tenemos que pegar cuatro horas por ahí para coger sitio y cuando lo tienes te tienes que quedar allí sentado para guardarlo. Una parada para comprar comida, beber y hacer pis... y luego a esperar que den las diez de la noche.
Y tras apagar la iluminación de las calles...........¡Comienzan los fuegos!. ¡Insuperables! el castillo arde, cascadas doradas, plateadas, bolas, palmeras, bufos, sin parar, continuamente explosionando uno dentro del otro, sin igual. Se calma y una cascada dorada a modo de fuego vivo se desliza por toda la muralla hacia abajo. Después calma, solo humo rojo que sale de dentro de la muralla, parece que el interior arde tomado por las fuerzas enemigas... y después..... mas fuegos artificiales hasta que parece que ya no puede haber mas de tantos que cubren el cielo y explotan al unisono y.................... fin........... muchos aplausos y pitidos. Todos contentos y coger el coche para volver a Beziers.... Ja, Ja, Ja, que risa. Llegamos al coche siguiendo el hormiguero de personas que hacían lo mismo, nos montamos, lo bajamos marcha atrás del seto y allí nos quedamos, parados, dos horas. ¡Atasco general!
De vez en cuando nos comunicabamos con Bernard por teléfono porque habíamos quedado con el el la gasolinera de un pueblecito cercano a su ciudad para que nos viniera a buscar, ya que podríamos perdernos al entrar en Beziers, pues había que atravesarlo de noche. (Ya nos habíamos perdido de día).
El caso es que llegamos a casa a las 2 de la madrugada, menos mal que Bernard duerme poco.
Al día siguiente ya se sabe, Josan con lumbalgia y yo con dolor de culo y piernas.
Una rápida visita a Cap d'Adge, lugar turistico de playa, paseando medio invalidos por el puerto, un refresco, unas compras y a casa, a ponernos de comer hasta las orejas, como siempre.
Al dia siguiente mas compras, quesos varios deliciosos, melones y rillettes. Algún articulo de recuerdo pero utilizable... y vuelta para Zaragoza el 16 de Agosto.
Un día para descansar y.............¡Rumbo a Cantabria!.

16 de agosto de 2007

**********UNA RAFAGA DE AIRE FRESCO CON OLOR A JAZMÍN 2 **************



****UNA RÁFAGA DE AIRE FRESCO CON OLOR A JAZMÍN. 2.*****

2ª PARTE Y FINAL

********************* IV ******************

Día tras día Irene acudía a sus citas con Marcos en el invernadero. No se atrevía a contarle nada a su hermana. No le comentó el incidente con los perros sucedido varias jornadas antes para no preocuparla. Y no le habló de la presencia de Marcos. Si lo hacía,Ana, pensaría que se había vuelto loca de verdad. ¿Cómo explicarle que tenía un amigo "fantasma"? No, decididamente no se lo contaría.

Desde el día en que lo conoció, tal vez por las circunstancias que desencadenaron aquella situación, Irene no se encontraba muy bien, se fatigaba mas, tenía menos apetito y de vez en cuando notaba una ligera sensación de angustia, y se preocupaba por ello. Delante de Ana procuraba fingir que tenía apetito y comía a la fuerza para no inquietarla.

Con Marcos se mostraba tal y como era. Le hacía partícipe de su triste realidad. Le mostraba su miedo a la muerte, que por cierto, hasta entonces no le había preocupado.

Aquel día se encontraba algo triste y abatida.Marcos intentaba consolarla y convencerla de que la vida no acababa cuando una persona muere.

-¡Mi querida niña! No me gusta verte así. -Le dijo sentándose en el banco, junto a ella.- Tienes la demostración delante de ti, mirame, quiero ver esos lindos ojos.

Irene levantó la cabeza y lo miró. Sus ojos estaban llenos de lágrimas que no se atrevían a saltar la barrera de sus pestañas.

-No estés triste. Si ese momento llega, no te asustes, no pasa nada, parece que todo se acaba, pero en realidad continúa.

-No puedo evitarlo, sabes que no me encuentro muy bien, creo que ya me queda poco, y... ¡me voy a dejar tantas cosas por vivir!

-Pero puedes experimentar otras. Y además,¿quien te ha dicho que no puedas seguir "viviendo" otra vida?

Irene lo miró.

-Tu no me engañarías ¿verdad?.

-Por supuesto que no, princesa. ¡Venga! levanta ese ánimo, no te rindas. No quiero ver mas lágrimas en tus ojos. -Marcos se desvaneció en un instante quedando en el aire el aroma a jazmín.

-¿A donde vas? -Preguntó inquieta Irene, temerosa de que la dejara sola en aquel momento.

-No me voy. Tan solo quiero hacer esto...

Irene sintió como el cogía las manos y las besaba.

-No quiero que sufras innecesariamente. Escuchame con atención. Cuando llegue la hora, no temas, ten esperanza, y entonces emergerás de tu propio cuerpo, llena de vitalidad y alegría, con todo un futuro bello por delante.

-¿De verdad es bello el futuro queme espera?. -Preguntó reflejando toda su esperanza en su mirada.

-Si, pequeña.Un mundo sin igual te espera para hacerte feliz, y en el cual podrás vivir todas la situaciones que quieras, y experimentar todas las sensaciones que desees. Solo te pido que no te rindas como hice yo, porque lo estropearías todo.

Le acarició la cara y le secó las lágrimas que ya resbalaban sin control por sus mejillas.

-Cuando ese día llegue, y tu alma abandone tu cuerpo, no te reveles, acepta tu situación y espera, pues a continuación tendrás un tiempo de paz y serenidad en el cual tendrás que crear tu misma tu futuro... El futuro y el mundo en el que quieras vivir para siempre. No tengas prisa, tendrás tiempo suficiente para hacerlo, no te precipites, pues lo que elijas será para siempre, y ya te he dicho mil veces que la eternidad es muy larga.

Irene sintió como sus brazos la rodeaban y la acercaba a su pecho. Un corazón latía con fuerza, ¿era el de Marcos?. No, los espíritus carecen de corazón, como órgano motor, era el suyo que latía con fuerza emocionado por las palabras de aliento y de esperanza de Marcos. ¡Que bien se encontraba entre sus brazos! ¡Cuando amor desprendían! ¡Cuanta ternura!

Una enorme emoción la invadía poco a poco. El calor de Marcos, su aroma, el contacto con su pecho le hizo desear un beso. Un beso igual que el que recibió cuando aún no lo conocía. Un beso como aquel que nunca olvidaría.

Marcos parecía saber en todo momento lo que ella pensaba y lo que deseaba. Con mucha ternura le retiró el pelo y le paso una mano por la nuca, y sin dejar de abrazarla, con sus cuerpos muy juntos, acercó sus labios a los de Irene y depositó en ellos un beso lleno de amor.

Irene volvió a llorar, pero esta vez no de tristeza, sino porque se sentía intensamente

****************** V *****************

La primavera dio paso al verano. Marcos era la sombra protectora de Irene, sabía al instante lo que ella pensaba, sentía o deseaba y procuraba siempre complacerla dándole en cada momento lo que necesitaba.

Se seguían viendo todas las mañanas, a escondidas de Ana, en el invernadero. Hicieron de aquel lugar lleno de contraluces su pequeño nido de amor, pues el cariño y la amistad se habían convertido poco a poco en pasión y deseo.

Las tardes, Irene, las dedicaba a su hermana. Unas veces leían, otras bordaban, paseaban recogiendo flores silvestres, o simplemente charlaban.. Lo que Ana no o sabía es que siempre siempre sed hallaban bajo la vigilancia de Marcos, quien, estuvieran donde estuvieran, en la cocina, en el comedor, en el jardín, siempre se encontraba con ellas. Irene lo sabía y en ocasiones había sentido la necesidad de hacer partícipe de su presencia a Ana, pero luego desistía. Tenia que hacer grandes esfuerzos para controlarse y no hablar a Marcos en presencia de su hermana, casi siempre lo conseguía, pero en alguna ocasión se le escapaba algún comentario o una pregunta que no venía a cuento, que Ana no comprendía y a lo que ludía con una sonrisa preguntándole:

-¡Que! ¿Otra vez hablando sola?

-Unas veces le salvaba un:

-¡Ya sabes como soy!

Otras le cogía desprevenida y se inquietaba pues no sabía que contestarle. Entonces sentía las manos de Marcos sobre sus hombros transmitiéndole calma y le contestaba:

-No me hagas caso, estaba pensando en voz alta.

Por las noches, a solas con sus pensamientos, recordaba las palabras de Marcos, e intentaba imaginar y proyectar su futura vida, para que cuando llegase el momento no la cogiera por sorpresa.

No podía imaginar la eternidad sin la presencia de su amado. Sentía miedo y decidió que lo mejor seria trasmitirle a Marcos su temor, pues si no podía pasar con el, el resto de su "vida", esa vida era mejor no vivirla.

Mediaba el mes de Julio. El sol del verano se colaba entre las hojas de los ficus, haciendo visibles las perfectas redes doradas que las arañas habían tejido durante los dos últimos meses.

-Mira, Marcos, están haciendo como yo. -Le dijo aquella mañana- Estoy tejiendo mi futuro poco a poco, para, como tu me advertiste, no estropearlo con mis prisas. Pero... tengo una duda... ¿tu podrás estar en el?. Porque si no...

Marcos selló sus labios con un dedo haciéndola callar y se desvaneció en el aire.

-Por supuesto que estaré si tu quieres que lo esté.

-No concibo la eternidad sin ti. ¡Te amo tanto!. ¡Te necesito tanto!

Sintió como los brazo de Marcos la rodeaban y la acercaban a su cuerpo.

-No temas, siempre estaré contigo. ¿Como podría seguir vagando por este mundo sin ti?- Le besó la frente, luego los párpados. -No se que hubiera sido de mi cansada alma si tu no te hubieras enamorado de mi.

-Tenía tanto miedo de que no pudieras acompañarme...

-¡Pequeña!. Ten por seguro que eligieras la vida que eligieras, yo te seguiría hasta ella. Tu me has sacado de la monotonía. Has aliviado mi pesar y mi cansancio, me has devuelto la ilusión. Ahora veo un futuro agradable y placentero, contigo, lleno de amor...

Se hizo el silencio. Aquel mágico invernadero estaba lleno de sentimientos, amor y de ternura, y no les hacían falta las palabras para demostrarse el amor que se tenían.

-Querido mio, este es un momento de los que, aunque estés conmigo, te echo mucho de menos. ¡Como me gustaría poder verte y abrazarte al mismo tiempo!.

El no poder ver y tocar a la vez a Marcos la sacaba momentáneamente de quicio.

-Cielo, no sufras.Ese día llegará y podremos disfrutar entonces plenamente el uno del otro. Pero no tengas prisa, yo puedo esperar.

-¿Por que esperar? Desearía terminar ya, ahora mismo, y poder ver tu cara cuando me besas, tus ojos y tus manos cuando me acaricias. Ver tus labios cuando me dicen bonitas palabras de amor...

-¡Cuanto te quiero, pequeña!. Pero... calla, no quiero que sufras deseando algo que no depende de ti ni de mi.

El sabía muy bien que pronto el deseo de Irene se cumpliría.

-Marcos, abrázame fuerte y bésame.

********************** VI **********************

Ana llevaba varios días preocupada por la salud de su hermana. Irene no se quejaba , pero aunque tratara de ocultarlo, se le veía el cansancio reflejado en el rostro. Poco a poco aquella linda flor se marchitaba.

Durante la sobremesa se sintió algo mareada.Ana se alarmó.

-No me asustes.¡Chiquilla! ¿que te notas?

-Estoy algo mareada, siento nauseas. Seguramente me habrá sentado mal la comida.

-Te ayudaré a subir a tu habitación, será mejor que descanses un ratito en la cama, y mientras te prepararé una manzanilla, a ver si te entona un poco ese estómago.

Irene rechazó la idea de su hermana, por nada del mundo se iría a la cama, si lo hacía y entraba en su habitación, tendría que prescindir de la presencia de Marcos, él no podría entrar y hacerle compañía, prefería quedarse donde estaba y así permanecer cerca de su amado.

-No, Ana, no te preocupes, ya verás, no será nada, solo un corte de digestión.Aceptaré con gusto esa manzanilla, pero no quiero acostarme, prefiero quedarme aquí, en el salón y que me leas alguna poesía de esas que tanto te gustan.

-¡Niña testaruda! ¿Algún día me harás caso?

-No me atosigues por favor, anda, ve y preparame esa manzanilla.

Murmurando algo inteligible, Ana desapareció del salón en dirección a la cocina. Puso agua a hervir, y cuando esta llegó a ebullición echó las hierbas. Mientras esperaba, no podía dejar de pensar en su hermana.

-¡Pobre criatura! Se está apagando por momentos, tal vez sería mejor volver a casa y que la viera el doctor... pero... realmente ¿para qué?, claramente nos dijo a papá y a mi que ya no se podía hacer nada mas por ella. ¡Pobrecita, es una niña tan hermosa!.- Se lamentó mientras una lágrima incontrolada resbalaba por su cara.

Llevó la tisana e Irene la tomó toda. Ana recolocó los cojines sobre el diván e hizo recostar a su hermana. A sus pies velaba Marcos. Ana leyó para su hermana tiernas poesías de amor durante largo rato, hasta que se dio cuenta de que Irene sed había quedado dormida.

-Descansa, niña. Te sentará bien. -Dijo mientras la cubría con un chal.

Aquella noche no quiso cenar, tan solo tomó un poco de leche con miel obligada por la insistencia de su hermana. Después, Ana, la acompañó hasta su dormitorio.

-Duerme, pequeña, y sueña con los ángeles. Ya verás como mañana estarás mejor.

Depositó un beso lleno de ternura sobre la frente de su hermana.

-Ana, te quiero mucho, eres muy buena conmigo. -Le dijo abrazándola.

-¡Calla, niña, no seas zalamera! -Le replicó intentando que no se diera cuenta de que aquello casi le hizo llorar.No la dejó hasta que la vio bien acomodada y arropada, pues aunque había comenzado el mes de Agosto, por las noches, en aquella vieja casa, se notaba algo de fresco.

Irene miró hacia la ventana, un nuevo día amanecía. Ya no se notaba mareada, al revés, se sentía descansada, llena de vitalidad y alegría. Se desperezó y se sentó en la orilla de la cama.

-¡Vaya!. Presiento que hoy va a ser un día maravilloso. -Dijo en voz alta.

-Por supuesto que si. -Una voz le contestó desde el otro lado de la habitación. Era Marcos.

-¡Marcos!. Tu me dijiste que no podías entrar en mi habitación. ¿Que haces aquí?. -Preguntó sorprendida.

El contestó con otra pregunta:

-¿Sabes que día es hoy?

-Creo que si, ¿cuatro de Agosto?

-Si, pero también es el primer día del comiendo del resto de nuestras vidas. ¡Querida mía! Hoy es ese día que has anhelado en tantas ocasiones... -Dijo sonriendole.

-No comprendo lo que me dices. -Se levantó y se acercó a el.

Elle cogió las manos y las besó.

-¡Dios mio, no te has desvanecido! Puedo verte y tocarte... -Dijo mientras tocaba con sus temblorosas manos la cara de Marcos.

El alargó su mano señalando hacia la cama. Irene se volvió y dirigió su mirada hacía el lecho... Y descubrió que su cuerpo yacía en el.

Miró a Marcos, y lejos de asustarse le sonrió, ya no tenía miedo.

-Ven aquí pequeña. Llevo mucho rato esperándote.

-Si, querido... abrazame y comencemos a vivir.

Irene aproximó su cuerpo al de su amado, y se hundió entre sus brazos. Ambos buscaron sus labios y se besaron.

Una ráfaga de aire fresco con olor a jazmín inundó la estancia, y ellos se fueron desvaneciendo poco a poco, abrazados y unidos para toda la eternidad.

FIN

Por Marisa Bazán. 1997